Desparasitacion en perros

En este artículo de Family Pets te enseñaremos cuáles son los parásitos que pueden afectar a los canes, los métodos para desparasitar a un perro más frecuentes y cómo emplearlos. Las desparasitaciones internas y externas en los perros, junto con las vacunas, son unos de los tratamientos preventivos más frecuentes en los canes. Gracias a estos tratamientos se reduce de forma muy importante la posibilidad de que el perro tenga parásitos externos e internos y los pueda transmitir a otros perros y a sus propietarios, así como la transmisión de enfermedades que utilizan a los parásitos como vectores. Es muy importante recordar que el perro y el ser humano comparten muchos parásitos y que estos pueden transmitir muchas enfermedades. Sigue leyendo e infórmate sobre todo lo que debes saber acerca de la desparasitación en perros.

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Los parásitos externos y los tratamientos antiparasitarios más utilizados

Los más frecuentes son las pulgas y las garrapatas. Son parásitos artrópodos que se alimentan de la sangre de los perros y de los gatos. En estos últimos suele ser menos frecuente su hallazgo, debido principalmente a la conducta de auto-limpiado, que les permite su eliminación de forma efectiva. Ambos parásitos pueden transmitir enfermedades muy importantes para los perros y seres humanos, por lo que prevenir su aparición resulta indispensable.

Las garrapatas son muy estacionales (solo aparecen en primavera, algo en otoño y verano), y fáciles de localizar, debido a que se adhieren al perro en un lugar fijo. En cambio, las pulgas son muy móviles y suelen ser muy difíciles de ver, tanto que para saber si un perro tiene pulgas se utilizan técnicas indirectas, como serían buscar las heces de los parásitos. Para ello, se coloca al animal sobre una superficie cubierta por papel blanco para pasar a cepillarlo. Se observa lo que ha caído sobre el papel y se seleccionan las motas negras. Se colocan sobre un trocito de algodón o similar, se humedece y se presiona. Si son heces de pulga, al ser sangre seca, aparecerá como un surco rojizo a su alrededor. Para el control de estos parásitos externos y, por ende, la desparasitación del perro, se utilizan insecticidas en múltiples formatos de aplicación tópica, como serían los collares antiparasitarios, pipetas, champús, sprays, etc. En el caso de las garrapatas funciona muy bien su aplicación directa sobre el perro, y debido a su estacionalidad (antes de la primavera) es fácil obtener buenos resultados. En el caso de las pulgas, es necesario abordar el problema de forma distinta. Puede parasitar todo el año tanto al perro como al gato, son muy difíciles de eliminar, debido a su gran movilidad, hay que tratar todo en ambiente que rodea al perro (cama, suelos, etc.).

El mosquito (artrópodo insecto) también es considerado otro parásito externo, que se alimenta de sangre, que en la costa mediterránea, zona sur y centro de la península ibérica cobra mucha importancia por las enfermedades que puede llegar a transmitir. En el caso del perro sería la leishmaniosis y la dirofilariosis principalmente. Ante estos parásitos, la efectividad de los insecticidas aplicados sobre la piel en forma de collares antiparasitarios, pipetas, etc., es algo menor, debido a que el mosquito solo entra en contacto con el perro en el momento de la picadura. Por eso se recomienda tomar medidas adicionales como poner telas mosquiteras en las casas, evitar los paseos en los momentos de mayor actividad del mosquito, además de utilizar repelentes.

¿A qué edades son más susceptibles los perros?

En el caso de los cachorros es muy frecuente encontrar parásitos intestinales. Y esto puede suponer un riesgo importante para el crecimiento y desarrollo del perrito. Se recomienda siempre tratar a la madre con un tratamiento antiparasitario en el momento de la monta y asegurarse que está correctamente vacunada. De esta forma, se reduce el riesgo que la madre pueda transmitir los parásitos a los cachorros durante la lactancia. Una vez destetados, hay que desparasitar a los cachorros una o dos semanas antes de la primera dosis de la vacuna. Estos tienen que estar en perfectas condiciones de salud para que la vacuna cree una inmunidad fuerte y efectiva.

En el caso de los parásitos hemáticos, suelen afectar a perros adultos. Debido a que para adquirirlos es necesario ponerse en contacto con el mosquito. Además en el caso de adquirir la enfermedad, esta suele tardar meses o incluso años en manifestar síntomas.

Los parásitos internos más frecuentes y los tratamientos preventivos más utilizados

 Existen dos grupos principales de parásitos internos en el perro:

Los intestinales, que se dividen en tenias (gusanos planos) y lombrices (gusanos redondos). Cada vez son más frecuentes determinados protozoos intestinales, como las giardias, etc. Se utilizan de forma general fármacos cuyos principios activos son los derivados de los febendazoles, aunque también existen otros principios activos que se puede utilizar.

Los hemáticos, pudiendo ser macroscópicos (se ven a simple vista), que serían las dirofilarias o simplemente filarias, también conocidas como gusanos del corazón, y parásitos microscópicos, protozoos, como puede ser la misma leishmania y otros menos comunes. En el caso de la filariosis, funciona como tratamiento preventivo la utilización de ivermectinas, entre otros principios activos. En el caso de la leishmaniosis, en cambio, se está empezando a aplicar una vacuna.

Si te preguntas cada cuánto hay que desparasitar a un perro para controlar la aparición de los parásitos intestinales, debes saber que los tratamientos preventivos se realizan con una frecuencia media de tres meses, aunque esta varía en función de los factores de riesgo del animal. No obstante, cada vez más los expertos aconsejan optar por la desparasitación mensual en todos los casos, ya que es la que garantiza un mayor control de vermes y parásitos externos. Estudios como el realizado por el Consejo Europeo para el control de las parasitosis de los animales de compañía  afirman que dicho tratamiento aplicado de forma mensual es el que presenta un mayor índice de resultados en cuanto a la reducción del riesgo de padecer infecciones por infestaciones se refiere. Así mismo, este tipo de tratamiento está especialmente aconsejado para aquellos canes que conviven con niños, ya que los parásitos externos y muchos de los internos pueden transmitirse de perros a humanos.

En el caso de los parásitos hemáticos, todos se transmiten a través de picaduras de mosquitos, garrapatas y pulgas, por lo que será necesario el control de los vectores en las épocas en que estos son más activos (primavera y verano).

Para evitar una elección inadecuada, todo tratamiento antiparasitario tiene que ser supervisado por un veterinario. De esta forma, no se recomienda que los dueños opten por desparasitar al perro por su cuenta. Tanto si se acaba de adoptar a un cachorro como a un can adulto, el primer paso siempre debe ser acudir a un especialista para que inicie el mejor tratamiento antiparasitario y proceda a iniciar el calendario de vacunas.

Este artículo es exclusivamente informativo, por lo que te recomendamos a llevar al veterinario a tu mascota en caso de presentar cualquier tipo de malestar.

 

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